Música y nada más... Por Favor!

El tiempo pasa y nuestros rockeros se van poniendo grandes. Ya no tienen ganas de caretear y sin querer ellos y/u otros sacan a relucir sus trapitos al sol, muestran su costado más vulnerable, cansados o histéricos, molestos o tal vez dolidos.
Es una fea realidad y no es mi intención herir sentimientos ajenos; Lo que sucede es que cuando creíamos que todos eran amigos inseparables y sonreían juntos para nuestros posters y afiches, ahora nos dicen que era una gran mentira, que solo los unía el trabajo o que una minita fue la causa de sus feroces peleas, algo irremediable, que ellos no se podían ni ver.
Nos cuentan también su pasado oscuro, su forma desgarradora de como salieron de las drogas y el alcohol o como sus vidas se tornaron aburridas y rutinarias.
Por más que todos sepamos que el ídolo es persona no veo, a mi entender, la necesidad de decir todos esos defectos que nunca quisimos saber.
A veces quisiera seguir pensando que aquel disco que tanto nos gusta escuchar o que nuestra canción preferida se compuso en armonía, amor y profesionalismo, que todos sonreían porque eran felices y que nadie se tuvo que bajar los pantalones ante nadie.
Si la vida de alguna banda de rock es irreverente y soberbia, son falsas amistades y sus integrantes hombres oscuros, no nos interesa!
Quisiera continuar en mi ingenuidad, porque para mí y para todos los amantes de la buena música, Ellos son por sobre todo buenos muchachos y nadie va a tocar mejor o peor si conocemos sus debilidades rutinarias de una vida atareada.
Les pido a todos los que se sienten identificados con este pedido que para la próxima guarden sus secretos porque La música no se mancha!. Gracias!!!

Por Mariana Burgio