Esa frase rezó desde una canción Pedro Aznar en el teatro Ateneo el pasado martes. Una cita resonante para uno de los músicos que desde joven ayudó a construir cual arquitectura firme la estructura del rock nacional. El ex Seru Giran generó una variedad de sensaciones desde el escenario dando lugar a canciones vibrantes y rockeras, y distanciándose un poco del perfil de músico solitario que había generado mediante sus presentaciones de “A solas con el mundo”. Varios covers (como "Angie", "While my guitar gently weeps" o "Credulidad"), varias canciones de hace años como “Mientes”, “A cada hombre, a cada mujer” y una repasada interesante por las canciones de su autoría que forman parte del disco Quebrado. Además, Aznar dedicó un ratito a tres canciones nuevas, de las cuales resaltó una llamada “Rencor”.
Teclado, bajo y un registro de voz envidiable. Una banda increible de percusión, cuerdas y teclado, talento compartido, aunque se destacó en varios momentos el músico Hernán Jacinto. Dos horas y monedas de buena música, un público especial que encontró lo que fue a buscar.
Una muy buena noche.
Por Karina Crulcich
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