“La vida es una droga a la que se le pasa el efecto”

Esa quizás fue una de las frases más resonantes de un Charly que ayer terminó la segunda edición de su trilogía de shows. La noche se llamó “El ángel vigía” (parte del tema Desarma y Sangra). Ante todo en escena una gran pantalla mostró las portadas de cada uno de los discos de García, desde el primero de Sui Generis hasta el último, acto que se acompañó de aproximadamente diez segundos de música de una de las canciones importantes de cada disco. La puesta era diferente, cuando ingresaba al Gran Rex cada persona recibía un librito con los nombres de las canciones de la noche y una explicación bastante formal del concierto, como si se tratara de una obra de teatro….y algo así fue. Se contó una historia en off a través de las voces de Badia y Graciela Borges (quienes subieron al escenario al finalizar el show) mientras las letras y la música sucedía: Piano Bar, Canción de 2x3, Llorando en el espejo, Cerca de la Revolución, Asesíname, Eiti Leda, Raros Peinados Nuevos, Rap del exilio, Desarma y Sangra, Popotitos, El día que apagaron la luz, Canción para mi muerte y varias, varias más.

Charly se mostró gracioso, feliz, en varias oportunidades aclaró algo así como que Say No More no murió, actuó las palabras de Badía que se escuchaban en off y tocó como hace mucho tiempo no lo hacía…se paró frente a la multitud y creo que se dio cuenta que esa gente es la misma de siempre, el aguante seguirá firme más allá de todo.
NOTA: Cada show estuvo compuesto por 20 canciones aproximadamente, muy pronto saldrá a la venta un disco que unirá el audio de los tres conciertos logrando así juntar 60 canciones…un número importante para Charly que justamente acaba de cumplir 60 años.

Por Karina Crulcich