Varias voces coinciden en estipular como el nacimiento de la televisión argentina el 17 de octubre de 1951. Aquella jornada, se realizó la transmisión desde Plaza de Mayo del conmemorativo acto del Día de la Lealtad Peronista. La fecha remite a 1945 cuando una multitudinaria movilización obrera y sindical exigía la liberación de Juan Domingo Perón, detenido en la Isla Martín García. Ese acto de apoyo inconmensurable marcó el comienzo del peronismo, que por aquellas épocas ya había promovido los derechos de los trabajadores desde la Secretaría de Trabajo y Previsión Social.
Enrique Susini fue el director general de aquella primera transmisión realizada por Canal 7. Este médico argentino, multifacético, resultó uno de los pioneros tanto de la televisión como de la radio y el cine. Pero esta maravilla de la técnica, de muy alto costo y que tenía fascinados a varios, logró ser de uso masivo muchos años después de su primera y oficial aparición. Según Mirta Varela, docente e investigadora especializada en historia de los medios de comunicación, hay que destacar que aquel día hubo más gente viendo el acto en vivo en la plaza que por la tele.
Sesenta años después, la llamada por algunos “caja boba” se transformó en uno de los medios más populares. Es corriente contar con un aparato, mínimamente, por hogar, y su uso se volvió cotidiano e indiferenciado. Así es como esta herramienta que nació como un logro gubernamental y en los primeros tiempos dio primacía a asuntos nacionales, hoy en día suele estar plagada de materiales extranjeros. Si bien el avance y la globalización han permitido conocer nuevas alternativas, también sería beneficioso restaurar y valorar la producción nacional.
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