jueves, 26 de enero de 2012

Uno de los malditos

Arthur Rimbaud nació el 20 de octubre de 1854 y murió muy joven, pisaba los 37 y ya había probado y pasado por más cosas que muchos a los 90. Desde pequeño escapó de su hogar con el fin de conocer y descubrir el mundo. La oscuridad de su pensamiento lo hizo pasear por lugares de la mente por los que muy pocos han podido pasar. Su relación con el poeta Paul Verlaine marcó su vida. Ambos vivieron un amor apasionado embriagados con ajenjo y drogados con opio, hachís y cuanta sustancia cayó en sus manos...algo típico en los llamados “poetas malditos”.


Una temporada en el infierno” fue el unico libro que publicó. Textos introspectivos que van más allá del contexto y que pueden leerse en cualquier época por valientes que deseen caminar lejos de la luz del sol. Verlaine habla de esta obra como una autobiografía exquisita de Rimbaud. “Llamé a los verdugos para morder la culata de sus fusiles mientras perecía. Llamé a los flagelos para ahogar con arena, la sangre. La desgracia fue mi Dios. Me revolqué en el barro. Me sequé con el aire del crimen. Aposté con la locura. Y la primavera me brindó la risa repugnante del idiota”…breve fragmento de una creación genial.

Por Karina Crulcich

NOTA PARA TENER EN CUENTA: ¡“Una temporada en el infierno” de Arthur Rimbaud se consigue a un precio más que razonable en su versión de editorial Andrómeda!

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