miércoles, 25 de enero de 2012

Las Majas del Prado, Madrid.

La sala 36 del Museo del Prado, Madrid, no pasa desapercibida para ningún visitante debido que allí se encuentran las obras gemelas: la “Maja Vestida” y la “Maja Desnuda”, ambas famosas por su audacia y su realismo.
Francisco de Goya y Lucientas (1746-1828) ha pintado a esta misteriosa mujer, esplendida Venus que exhibe con descaro su belleza ante la mirada fascinada de quien la observe.


MAJA DESNUDA (1797-1800) Una joven silueta menuda y perfecta está recostada sobre una mantilla de terciopelo verde azulado. Sus brazos elevados y flexionados detrás de la nuca enmarcan un rostro rosado de rasgos delicados; dos almohadones blancos, inflados y adornados con puntillas destacan la audacia de su pose. La luz se refleja a un lado y a otro sobre la sábana inmaculada y realza la sensualidad de la imagen.



MAJA VESTIDA (hacia 1802-1805) Si bien la pose de la joven y la composición del tema son idénticas, se han notado algunas diferencias en la técnica entre las dos versiones. En la primera, la pincelada es delicada y los colores fríos. En la maja vestida, una ejecución a la vez somera y refinada propone una mezcla de color rica y densa, sobre todo en la casaca, el lazo rosado y el blanco luminoso del vestido.

Fuente: Los grandes museos de Europa. Museo del Prado, Madrid. Scala Group International.

Por Mariana Burgio

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