martes, 7 de junio de 2011

Vecinos Molestos

Suena el teléfono, y un mensaje a través de Facebook confirma que a las 17 horas tocará Vecinos Molestos, una banda barrial de rock, en la Plaza de Tapiales. Hace diez años, cuando recién se iniciaban en el ambiente, ninguno de los integrantes hubiera imaginado invitar a la gente a sus shows a través de Internet. Sin embargo, hay ciertas costumbres que marcan la esencia de la banda, y que no se modificaron: el amor por la calidez del barrio, de la plaza, de “sentirse en casa”.

Para no perder el hábito, el comienzo del show se atrasó. El frío empezó a sentirse cada vez más y los árboles, vacíos ya de hojas a esta altura del año, no cooperaron para detener el viento. Lucía, de 23 años, que sigue a la banda desde que era adolescente, confirma que siempre suelen retrasarse porque “hacen todo a pulmón”. Cerca de las 19hs, “Mientras llora” dio el puntapié inicial para empezar a rockear, y algunas hippies que merodeaban por los puestos de los feriantes se acercaron a bailar. Pegadito, “Puedo llegar” marcó la influencia Beatle que tiene la banda, ya que el coro de todos los músicos al unísono traía mágicamente a la memoria al famoso cuarteto.
“Gracias por haber venido, siempre es un gusto tocar en el barrio”, reconoce Esteban, vocalista y guitarrista de la banda. Y mientras el público aplaudía, comenzaron los covers, bien distintos y no por eso errados. Primero, fueron los inconfundibles acordes de “Shock me all Night Long”, de AC/DC. Y más tarde, “Una muchacha y una guitarra” de Sandro. Las variantes que demuestra manejar Vecinos Molestos llenan de orgullo al barrio, que sabe que se trata de una banda que se renueva pero no pierde las raíces. 

Por Rocío Rimoldi

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