Guasones en Colegiales

La risa a pesar de las llamas

La gélida noche del sábado 11 de diciembre, que más tarde se haría lluviosa, fue testigo visual de un recital vibrante. Con un teatro colmado, antes de las 22hs. Y sin preámbulo alguno, los Guasones abrieron el rojo telón con Como un lobo. Desde entonces, y hasta el final las emociones y sensaciones encontradas se hicieron cargo de los corazones presentes.

A lo largo de más de 20 canciones las historias fueron llenando los cerebros de imágenes y momentos:

El precio de ser libre, retratado en Farmacia; la tentación de todo hombre reflejado Baila, baila; el desengaño de una amistad a punto de quebrarse en Tapado de dolor; los sueños que sólo son eso en Estrellas; la utopía de un planeta distinto en Estupendo día; los estragos de un matrimonio deshecho en Decime la verdad; el deseo llevado a su punto exacto y extremo en temas como Desiree I y Desiree II; el clima podrido de una pareja que ya no puede ocultar sus odios y rencores en My love; el sufrimiento de asumir que ya no se puede volver atrás en Es tarde; la desesperación que engañada por la blanca parece desaparecer, pero nunca lo hace, en Soledad; la locura indigna en Paranoia 26; el querer amar a pesar de todo en Dame.

En fin, absolutamente todas las canciones se vociferaron de pe a pá. De comienzo a fin. Es eso lo que transmite una banda que desde La Plata retrata la realidad que nos golpea a muchos. Por otra parte, muchos otros también, jamás se enterarán de ciertas cosas que a veces es mejor no saber.

Por David Rodriguez