NUDO presenta: “El Mundo Agradable del Ángel David”

Ha vuelto la ola polar a Buenos Aires, las bufandas y los guantes. Es viernes y cae la tarde, todos volvemos a casa, como David Lebón, que un día de invierno, decidió volver a casa, a su casa, con su familia, con su amor, con su público.

Y así comenzaba la noche, un 13 de agosto del año 2010, el teatro ND Ateneo (Paraguay 918) fue el lugar de encuentro, el lugar que David, para los amigos llamado el Ruso, tomó como su casa y recibió como un gran anfitrión a quien tenia ganas de escuchar puro Rock and Roll y algo más…

El recital duró aproximadamente dos horas en donde el músico, dueño y amo de la velada, paseo por temas de su extensa trayectoria y canciones de algunos de sus amigos como “Juntos a la par” de Pappo y una única interpretación en ingles de la mano de Bob Dylan.

David vestía una camisa blanca con motivos pintados en la parte de frente y dos pequeñas alitas en su parte posterior, alitas que fueron difícil de visualizar, quizás, porque quería tapar con su pelo blanco por los hombros, su verdadera identidad: la de un ángel caído del cielo, porque estamos seguros que David bajó a la tierra para mostrarle a la humanidad con música, talento y humildad, que es posible un mundo agradable, que el tiempo es veloz para hacerle caso a los amigos, aunque nunca se atrevería a dar consejos, él tan solo habla desde sus experiencias, mirando a los ojos a su público con el corazón en la mano y su alma también.

En el escenario no estaba sólo, junto a él lo acompañaban su hijo Panchi Lebón en batería, Leandro Bulacio en teclados y coros, Adriana Sica en guitarras y coros y Hernán Gravelloni en bajo y contrabajo. Y juntos también despidieron un excelentísimo recital, dejando los bises para los artistas, porque David estaba en casa y éramos todos familia.

Por Mariana Burgio