domingo, 15 de agosto de 2010

El Rey se ha muerto, pero no se ha olvidado

Si de Rock and Roll se habla, jamás faltará su apellido. Quizás, si no hubiese sido quien fue, hoy estaría entre nosotros. Pero eso es imposible de saber. La prisión de carne y hueso de Elvis Aaron Presley desistió el 16 de agosto de 1977. Con 42 años sus presiones dijeron basta.

Creer que infinidad de abuelas y beatos alguna vez pegaron el grito en el cielo cuando la manera de actuar de ese joven, pobre, rebelde, con jopo y movimientos hasta “impúdicos” llegó para cambiar el estilo y convertir al mundo de la música.

Para muchos, El Rey. Para algunos cuantos seguramente, un tipo al que el éxito y la fama exacerbada llevaron a un estrellato más que insoportable. Por otro lado, a pesar del tiempo transcurrido, no faltan aquellos que aseveran con tesón que todo fue una gran mentira y que, en realidad, Elvis está vivo.

Si así lo fuera, ojala algún día vuelva a los escenarios para entonar sólo como él lo haría, una de las canciones más admiradas y versionadas como My Way. Por cierto, y mientras eso ocurra, aquella presentación en el Marquet Square Arena (Indianápolis, Estados Unidos), el 26 de Junio de aquel año fatídico, quedará inmortalizado para la posteridad. Su último concierto,…al menos hasta hoy.




Por Carlos David Rodriguez

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