El Rastafarismo es una religión de orientación política, cuya característica principal es no aceptar los valores impuestos por la ideología dominante. Todo empieza durante la Depresión de 1929, cuando aproximadamente 20.000 jamaicanos volvieron a su tierra al terminar sus contratos de trabajo en países como Panamá y Cuba, en busca de empleo y un nuevo sentido colectivo de identidad.
El impulso del Rastafarismo empieza con tres repatriados: Leonard Howell, Archibald Dunkley y Joseph Hibbert que por separado empezaron a propagar la divinidad de Haile Selassie quien había sido coronado emperador de Etiopía. Haile Selassie era, según la interpretación bíblica, el representante del Dios en la tierra.
Los Fundamentalistas del reggae
En 1922-1926 un industrial y predicador jamaicano, llamado "Marcus Garvey", impulsó el movimiento con una profecía: "Mirad a África, un rey negro será coronado, porque la liberación está cerca". La salvación sólo se completaría con la vuelta a su patria africana; según Garvey, la década critica seria la de los años sesenta.
En el Rastafarismo hay cuatro temas centrales: reconocimiento de la divinidad de Jah Rasta, el espíritu "que mora en todos", la idea de repatriación, la superioridad de la raza negra y sus conexiones históricas con los hijos de Israel y la conducta de "Temor" una postura rebelde frente a la opresión blanca.
Hay 19 grupos rastafarianos mayores en Jamaica y por lo menos dos en Londres. Se reúnen regularmente para lo que llaman "Groundations" (Fundamentaciones), en las que intercambian con gran interés ideas filosóficas y religiosas, y la marihuana -considerada como un elemento que fortifica el cuerpo, alma y mente- se ingiere en grandes cantidades. La marihuana es tan respetada que los rastas se lo dan a los recién nacidos en forma de té en el primer día de vida.
Muchos rastas viven en células cooperativas altamente creadoras. No aceptan el orden económico tradicional, manteniéndose con lo que producen ellos mismos, vendiendo marihuana, o por medio de sus propias empresas, como tiendas de discos y editoriales. En Gran Bretaña su trabajo tiene un aspecto misional, que incluye el rescate de isleños compatriotas en peligro de ir a la cárcel, ayudando a encontrar trabajo y proporcionando puestos de estudio.
Muchos rastas son músicos, y el efecto de su música, tanto en Jamaica como en Gran Bretaña, ha sido enorme. Rasta o "raíz" o Reggae es una música enfáticamente revolucionaria, acompañada a menudo con la prosa del libro de Apocalipsis. Su sonido seco, que se apoya en el libro y en el tambor, está desprovisto de la suave textura tan característica del "soul" negro americano, que dominó el ambiente jamaicano en años anteriores. La "suave" aproximación reggae, a menudo acompañada por un fondo electrónico, sigue prevaleciendo, y probablemente seguirá proporcionando al reggae la aceptación universal.
El rastafarismo, a través del reggae, nos abre las puertas y nos da la oportunidad de conocer su identidad. La cultura rastafari debe ser respetada, no hay que juzgarla, ni pensar si es buena o es mala con base al color de la piel, la estatura y las creencias, debemos aceptarla.
Por Mariana Burgio
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