Navegando por Youtube se pueden encontrar miles de videos titulados “niño prodigio de la música”. Bastan tres minutos para sorprender al más incrédulo de los cibernautas, o generar la envidia del músico experimentado. Pero lo que no nos muestran es el detrás de escena de esos tres minutos, el día a día de los prodigios.
Scott Hicks decidió contar el detrás de escena con “Shine”, una historia real que repasa el lado cruel de los prodigios. Durante las dos horas de duración, se narra la historia de David Helfgott, un gran intérprete de piano que cae en la demencia por las constantes presiones de su padre. En el largometraje se puede observar como David logra un nivel exquisito de ejecución en el piano, pero a un costo demencial.
Pese a que la relación de David con su instrumento jamás se quiebra, los problemas mentales que le provocaron su difícil niñez y adolescencia no lo dejaron explotar al nivel que se esperaba. Esta historia nos plantea la pregunta “¿Es bueno forzar la existencia de estos pequeños prodigios?”. Es un cuestionamiento que debemos hacernos no sólo como padres a la hora de criar a nuestros hijos o docentes a la hora de educarlos, sino también como sociedad al valorar la aparición de estos supuestos “genios”.
Quizá la mejor idea sea dejar de buscar al nuevo Mozart y esperar que nos sorprenda cuando deba aparecer.
SHINE (Claro Oscuro)
Año: 1996
Género: Biográfica
Director: Scott Hicks
Guión: Scott Hicks y Jan Sardi
Actores: Geoffrey Rush, Armin Mueller-Stahl, John Gelgud, Noah Taylor, Lynn
Redgrave, Sonia Todd, Googie Withers, Nicholas Bell, Chris Haywood
País: Australia
País: Australia
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