Blackbird: Patricio Contreras, Malena Solda y la condición humana

Como todo/a periodista del mundo de hoy, son varios los empleos que tengo en mi haber. Esta profesión, como varias otras, nos convierte en buscadores de nuevos desafíos, a veces por gusto y otras tan solo por el vil metal. En el día de ayer tuve la oportunidad de entrevistar (para otro medio que trabajo) a Patricio Contreras, un actor al que admiro sobre todo por su trabajo en teatro. Su CV esta plagado de obras en las cuales el cuerpo y el alma suben al escenario para cambiar la perspectiva y la visión del espectador. La cita se gestó con la excusa de su nueva obra llamada: Blackbird. En ella interpreta a un señor que en su pasado tuvo relaciones con una menor. Luego de muchos años se encuentra con esa chica (Malena Solda) y es desde allí donde se desarrolla la trama. ¡Ojo! La idea no es quedarse con el punto de la pedofilia, la idea es poner en el tapete las cuestiones oscuras del ser humano sin hilar fino en el juicio moral asociado a las mismas. Su sinopsis oficial:

Una y Ray (protagonistas de esta historia), habitan un rincón de una de las “tantas” empresas, de una de las “tantas” ciudades, de uno de los “tantos” países, arrasados por el capital; sus destinos reflejan, en escorzo, el de todos aquellos habitantes de este mundo en donde ni siquiera es posible una tragedia amorosa.
Blackbird, es, antes que ninguna otra cosa, una historia de amor. Y como todas las buenas historias de amor, BLACKBIRD es una historia de amor imposible. Una historia de amor trágico. Una tragedia amorosa. Si uno se acerca a esta pieza desde este lugar, si uno intenta leer la historia de estos dos seres como paradigmas de algo que pudo ser y no fue, tendrá en sus manos material altamente inflamable.
BLACKBIRD es un grito desesperado, un intento extraordinario de un gran autor para poder llevar al centro de la escena a la condición humana.


El slogan: “Toda tu vida solo estuviste esperando este momento”


¿Queres ir? Acercate al Centro Cultural Konex. Viernes y sábados, 20.15 hs. / Domingos 18.30 hs.


Por Karina Crulcich