martes, 22 de febrero de 2011

Toda su vida cabe en un disco


La reina de la voz ardiente, Janis Joplin, sólo grabó en vida cuatro discos en estudio. Casi todos con una banda diferente, por su interminable insatisfacción, necesidad de cambio y rumbo incierto.
Pero el maravilloso PEARL era diferente. En este último disco, que estaba en pleno proceso al momento de su muerte, el 4 de octubre de 1970, Janis se encontró a si misma y nos mostró a todos quién era. En cada letra y sonido de la obra está tatuada su personalidad artística.
Esta Perla es oro, es como su testamento. Su álbum póstumo. El grito más fuerte que sigue haciendo eco, mezclado con susurros y con las letras de amor condenado y despojado, que de alguna manera reflejan sin rodeos la tragedia emotiva de la reina del blues blanco.
Para este trabajo, que recién salió en 1971, fue The Full Tilt Boggie quién la acompañó a grabar letras como “Me and Bobby McGee”, escrita en realidad por su ex amante Kris Kristofferson. Pero finalmente fue Janis quien hizo que esta canción se convirtiera en un himno hippie y llegara al puesto número 1 del ranking, aunque ella ya no estaba para disfrutarlo.
También se destacan canciones como “Merecedez Benz” cantada a capella, la emotiva “Cry baby”, “Move Over”, “Half Moon”, la balada soul “Trust me”, y un buen instrumental “Buried alive in the blues”. Este último tema, con toda la carga que tiene el nombre (“Enterrada viva en el blues”) fue el único que no pudo terminar. Estaba la estructura y ella grabaría las voces el 5 de octubre, pero su exceso de heroína o lo que haya realmente sido, no le dio tiempo. Es por eso que “Buried alive in the blues” se vuelve la versión instrumental más parecida al silencio.
Por Ivonne Guevara


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