Dicen que el Príncipe tiene un secuaz
Será en las tinieblas o en el infierno
Por mi parte, yo estoy en el bar
Con whisky puro paso el invierno.
Cuentan algunos que es un ángel caído
Y que para la “Falta” estaba confiado
Pero con 33 perdió el Envido
Cayó sin haber cantado.
Va en las calles de mi camino
Se bien en cual ha reencarnado
Vende lo que rige mi destino
Por ello al Fausto hoy le he pagado.
Mano derecha de Belcebú es
Y aunque ya no lleve su marca
Recuerdo bien aquella vez
Cuando espantó de mí a la parca.
Esnifé tantas inconclusas soluciones
Todos mis dolores parecían esfumados
Presentí de golpe tantas emociones
Y por fin mi cuerpo se puso helado.
A pesar que ya no esté en condiciones
Lo llamo esperando lo preciado
Se deforman las pupilas e ilusiones
Ya me imagino en ese catre velado.
Por David Rodriguez
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