lunes, 26 de julio de 2010

Sentar cabeza


Silbando Bajo. Sin poder rimar los pasos. La vista serena ante el silencio. Frías manos que los bolsillos no pueden calentar. Así vuelvo a casa, una vez más. Pateando por las vías. Solo.

Anoche (hace apenas unas horas), una noche más. Pero una noche menos. Ahora, nada por hacer, mucho para pensar. Y un vacío tan pesado, que me hundo esperando un nuevo día.

Momentos inolvidables. Flotarán en mi cabeza, aunque ya sean irrecuperables.

Es que ya no están conmigo. Los amigos. Las amigas. Los hermanos. Las buenas compañías, que siempre fueron las malas. Tanta eternidad diluida por el tiempo. Sonaba increíble para mí, pero es real. Todo se va,…todo se fue.

Ha llegado la hora. Elegir es siempre un dilema cuando se tiene la opción. Seguir o quedarse. Plantarse o caminar. Vivir del recuerdo o vivir.

Cuando el cuento de hadas es corrompido, no hay como volver atrás.


Por Carlos David Rodriguez

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nudos