lunes, 13 de junio de 2011

Arte y basura

Fernando García Curten. Fue el nombre que me pronunciaron apenas mencioné mi escapada por el fin de semana largo a San Pedro. Seguramente hasta me ruboricé en ese momento por pensar que, quizás, estaba desconociendo a alguien famoso, pero no fue exactamente así. Descubrí que, a pesar de ser reconocido, a él no hay nada que le guste más que el anonimato.

En esa pintoresca ciudad de Buenos Aires vive este artista único, oscuro y misterioso que dedica sus días a crear esculturas con residuos en su casa-museo. Cartones, maderas, trapos, entre otros elementos, son los insumos que utiliza para sus originales obras que exhibe en una habitación trasera, cercana al patio, de su propio hogar. Él mismo es quien abre la puerta a aquel que, casi por casualidad, se haya enterado de su domicilio y su genialidad. Un arte extraño y fuera de lo común.

Las obras que están allí producen definitivamente escalofríos. Resulta difícil intentar una descripción general ya que de cada escultura puede hacerse una lectura específica y personal. Pero en todas ellas se percibe una angustia, una desesperanza, una muestra de las penas y los dolores de la raza humana, que nadie puede explicar mejor que él: “sé que no pertenezco al admirado mundo de los grandes artistas que logran en su obra la pura y serena belleza. Yo pertenezco a la desventurada y querida especie humana, y estoy metido en su enajenación y desdicha. Esa especie que ha producido unos pocos santos y demasiados torturadores y asesinos, fabricantes de armas y de hambre, destructores de la Madre Tierra y traidores del destino humano. Siento esa culpa y con basura y piedad construyo mi obra”.

Un lugar casi mágico, que invita a la introspección y la reflexión, en la calle Mitre 1580, San Pedro.

http://www.fernandogarciacurten.org/

Por Rocío Rimoldi

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