viernes, 27 de mayo de 2011

Pi: el orden del caos


El viento que mueve las hojas de un árbol, los saludos cordiales de los vecinos al cruzarse en la escalera del edificio, la rotación de la Tierra… todo estaba regido por un patrón. Esa fue la teoría a la que llegó Maximillian Cohen, un genio matemático sumamente introvertido y algo paranoico que buscaba la manera de predecir los movimientos en la bolsa de valores.
Ese mundo que en un comienzo parecía sumamente estructurado, esa simple serie de números que regía el comportamiento del universo, sumerge a este personaje en una guerra de intereses económicos y otros religiosos. Claro, aquella serie de números que permitía predecir cada uno de los movimientos existentes era el mismísimo Dios.
Lo que en un principio era una investigación personal, se transformó rápidamente en la obsesión de muchos que tenían la misma teoría sobre ese patrón, pero no lograban llegar a conocerlo. Cohen deberá pelear contra los agentes externos y los problemas que el mismo infringe a su cerebro exigiéndole más de lo que realmente podía comprender.
La historia es apasionante, pero la manera de contarla, a manos del director Darren Aronofsky, es lo que transforma a esta película en un largometraje imperdible.

Ficha técnica:
Dirección: Darren Aronofsky
Producción: Eric Watson
Guión: Darren Aronofsky y Sean Gullette
Música: Clint Mansell
Fotografía: Matthew Libatique
Reparto: Sean Gullette, Mark Margolis, Ben Shenkman, Pamela Hart
País: Estados Unidos
Año: 1998




                    

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