InmigrArte: Mosaico y "arte eterno"

Una de las características más lindas del arte es precisamente esa capacidad de ser eterno. Cada obra posee la propiedad de fijarse en las personas mucho más allá de su contención material, es decir, si hoy leemos un libro o vemos una pintura que nos llama la atención y enamora a nuestros ojos, no importa si la volvemos a ver algún día ya que queda impregnada en el alma por siempre. Artistas de Quilmes se reúnen una vez por semana en un taller de mosaico de la Casa de Arte Doña Rosa para crear o reinterpretar obras de pintores famosos. El pasado 2 de Noviembre se inauguró la IV Muestra de Mosaico, a la cual fuimos el sábado y allí nos reunimos con Daniela Fernández López, alumna del taller.

- ¿Que tamaño tiene el trabajo mas grande que hicieron?
(Daniela Fernández López) El más grande es una imagen de Monseñor Novak que tiene 2,50 x 1,60 mts y esta ubicado en el Parque de la Ciudad de Quilmes. La realizamos mediante una técnica de método indirecto, tiene venecitas, en su mayoría del tamaño normal del que vienen 2 x 2 cmts, y esta hecho en escala de grises. Nosotros pegamos todas las venecitas sobre un modelo que teníamos y después se colocaron directamente al cemento sobre una base.
- ¿La trabajaron por partes?
La imagen la tenemos toda junta pero para la colocación la dividimos, ese tenía 20 partes más o menos y esta ubicado sobre una base de una estructura de hierro. Tuvimos que hacer todo un revestimiento de cemento sobre el que van colocados los paneles que cortamos. Luego llevó un trabajo de limpieza porque nosotros pegamos del lado del revés cuando es método indirecto, es decir, se trabaja sobre el papel, se pegan las piezas y luego de colocarlo sobre el cemento hay que sacarle el papel y la goma con la que se pegó.

Tal vez una de las obras que más llama la atención es la que reproduce “Las tres edades de la mujer” de G. Klimt. Colores y sensaciones nacen y flotan de aquella mujer con su niño.
- ¿Por que elegiste esa pintura?
Me enterneció la cara del nene que es hermosa en la pintura, me llamó la atención el rostro de los dos, me generaron paz y a su vez era un desafío porque tenía muchos colores y detalles que no había trabajado nunca en la técnica. Además, son rostros muy detallados. Es método directo: las piezas se colocan directamente sobre el cemento, por lo cual, prácticamente, no hay margen de error. Esta obra esta trabajada mayormente en mármol, después tiene venecitas, vidrio y hasta botones porque había un material que no conseguía en un color. El artista Tito Ingenieri realizó los marcos de la mayoría de los trabajos.

- Es impactante también la reproducción de “Crying Girl” de Lichtenstein.
Sí, ese tiene planos más grandes y las líneas son más modernas.
- El que es bien loco es el de Picasso “Niña con Barco”…
Ese es una locura bárbara. Tiene muchísimos materiales: mosaico, vidrio, piedras, laja, vidrio de botella que encontré. ¡La gente me trae cosas (gemas, etc) y, además, voy recolectando!
- ¿Cuanto tardas en hacer cada uno?
El de Las Tres Edades me llevó 7 meses, trabajando una vez por semana 4 horas. Si te pones todos los días quizás lo tenes en menos tiempo. Crying Girl me llevó casi un año.

- ¿Tenes que tener alguna característica especial en la personalidad para trabajar con mosaico?
¡Mucha paciencia! Pero es muy lindo, porque más allá de que uno reproduzca la obra de otro, la composición que haces es tuya porque volves a interpretar.

 Resignificar el arte, volver a vivir las obras y mostrar al mundo otra visión. Si queres ver la Muestra “Arte Eterno” podes visitar la Casa de Arte Doña Rosa (Colón 279, Quilmes).


Por Karina Crulcich